8:00 , me adentro en los pasillos del Marañon.
y sonrio...SI, SONRIO
y si se, que me quejo, a veces demasiado,
pero , las horas sin dormir,
las guardias interminables,
las cirugias sin fin
los dobletes , tripletes y cuatripletes
Se ven sin lugar a dudas recompensados
con las risas
con las cervezas sin fin
las reuniones extrahospitalarias
las tardes de terracitas en ibiza
y mas risas
y esa cara que se le queda a los pacientes cuando al volver años despues descubren que te sabes de menoria su nombre y dos apellidos!.
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